PERDIDA EN LA TORMENTA

 

 


 

Cansada, dolorida y muerta en vida, así me sentía un día cualquiera al venir de entrenar, pesarme y ver que no había resultados, después de más de veinte días de lucha constante...


Nadie, absolutamente nadie mejor que yo puede saber lo que es intentar levantarte del sofá y no poder, del dolor tan grande que tienes de pies, por dar lo mejor de ti en cada entreno, esforzarte al máximo, para que luego, no veas recompensas...

Mi médica, la que siempre me apoyó y me sigue apoyando en mi proceso, me recomendó la cirugía bariátrica, pero mi entrenadora de aquel entonces, me dijo que podría conseguirlo yo sola, y pues claro, esa sensación de pensar en poder lograr tú misma, tu gran sueño sin ayuda de una cirugía, pues era mayor que la realidad que estaba pasando a mi alrededor, que era la de estar necesitando un pequeño gran empujón y no verlo.



Me negué completamente a pensar en operarme, pues yo creía que sola podría, no quería tener que andar contando que me había operado, no por nada, si no, porque las personas piensan que al operarte tú ya no tienes que hacer nada, y están muy equivocados, yo también lo estaba al pensar de ese modo.



Yo lo único que quería era al fin llegar al espejo y poder verme delgada, como tantos años lo estaba soñando y deseando, pero no llegaba ese gran momento.





Sentía que si me operaba, sería una perdedora, que habría fracasado a mí misma por no lograrlo, me empequeñecía a mí misma al pensar que no sería capaz de lo que en mi mente tenía...



Estaba perdida en un mar de tormentas, internas y externas, llena de dolores, de negaciones, de pensamientos negativos para mí, dolores de pies horribles de correr 2 kilómetros sin descanso con 140 kilos, la espalda me mataba y ya no podía más...



Entonces cogí al miedo de la mano y todo empezó a cambiar, sin yo esperar, que esa decisión, sería, la mejor de mi vida...



Tú, que me escuchas, atiende a tu cuerpo, a los cambios de tu alrededor y a los consejos de los médicos, que solo miran por nuestro bien, y siempre, pero siempre lucha por ti y por tus sueños, no permitas que el miedo le gane a tus sueños.



Coge el miedo de la mano y vive, porque hay que vivir la vida, que solo tenemos una, vivirla a nuestra maldita gana y luchar por nuestros sueños.



Somos guerreros, solo que tenemos miedo.









Comentarios

Entradas populares de este blog

UN RAYO DE LUZ EN LA OSCURIDAD

GRACIAS POR TODO

BIENVENIDOS A MI BLOG