LOGRANDO METAS

 



Estar en la cocina y tener en la mente un pensamiento incontrolable, que se apodera de tu sensación de hambre, empiezas a sentir dolor en el estómago, y piensas que tienes mucha hambre, que necesitas comer; sabes perfectamente lo que puedes comer; pero tu cabeza empieza a apoderarse de ti: ese chocolate está buenísimo, si lo coges no pasa nada, pero que sea bastante...Y así con todo lo que sabes que no debes comer, si tu objetivo está claro.

Empiezas a sentir que eres débil y que vas a flaquear, que lo más fácil es caer en la tentación y comer lo que te apetece, a pesar de que no puedes; pero entonces recuerdas hasta dónde estás llegando, todo lo que has logrado, sabes que te vas a sentir mal si comes eso...

Entonces escuchas a tu llama interna, coges todas las fuerzas de tu alma, y comes lo que sabes que está bien, una pieza de fruta o dos, las que quieras, cosas sin azúcar, frutos secos naturales, yogurt...Te lo comes con una sensación de victoria, euforia, alegría, orgullosa, sobre todo orgullosa de ti misma, porque has logrado ganar a tu subconsciente y al diablillo que todos llevamos dentro cuando queremos llegar a perder peso.


Es ahí donde te das cuenta que estás logrando metas, pues cada pasito pequeño te llevan a tu gran meta, aunque parezca que no, pero es así, puede que no veamos los cambios a simple vista, pero están ahí, al alcance de la mano, con fuerza, energía y superación.

Nunca te rindas, cueste lo que cueste, porque esta carrera es muy dura, durísima, pero es muy feliz si sabes disfrutar de ella, si aprendes a vivir saludablemente y disfrutas del ejercicio, pues todo ello es tiempo invertido en ti y nada ni nadie te lo va a dar.
 


 

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