PASO A PASO


 





Llegas un día, con algo de esperanza, aunque con el NO, en la cabeza, a una tienda de ropa, esperando comprarte los primero pantalones vaqueros de ese verano tuyo, verano en el que estás luchando con uñas y dientes por dejar atrás toda la mala vida que te has creado sin darte cuenta.


Personalmente, yo, cuando entré en la tienda de ropa, miraba todas las prendas a lo primero con negación, pues pensaba que si asimilaba que no me estaría bien, no sufriría una decepción, pero querido amigo lector, no es así, hay que ser SIEMPRE positivos, pues lo malo ya viene solo.

Cogí dos pantalones vaqueros, uno azul y otro rosa...Logré uno de mis sueños, entrar en ellos, así que, me los compré, junto con algunos jerseis muy llamativos; pero al llegar a casa, me daba vergüenza salir a la calle con el pantalón rosa, pues era muy cortito y muy atrevido para mí, NUNCA me había puesto en mi vida un pantalón vaquero corto en verano, eso para mí era un mundo, normal que pensara eso...

Pero hay que coger el miedo con ambas manos y hacer lo que de verdad queremos, y si tiene que ser con miedo, pues que así sea, pero jamás quedarnos con las ganas de hacerlo por el que dirán o pensarán; igualmente te van a criticar, o a ver mal, lleves lo que lleves, así que, si lo hacen, que sea estando tu cómoda, feliz y agusto.


Ese verano fue el primero de muchos que siguieron estando yo feliz y siéndolo, pues iba vestida como medianamente a mí me gustaba, aunque aún no llevaba todo lo que a mí me gustaba de verdad, pues la ropa iba acorde a mi forma física y mi peso.

Pero créeme, que se puede llegar a lograr todo lo que nos proponemos; es una mierda la lucha diaria de perder peso, pero cuando empiezas a ver los cambios de verdad...¡Joder qué bien sienta eso!



¡¡¡Ánimo, compañero de batalla, que sí se puede!!
 
 

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