PENA DE MUERTE
Despertar por la mañana queriendo morir, con apenas diez años, eso es lo peor de este mundo, que no se lo deseo a nadie, absolutamente a nadie, ni a mi peor enemigo...
A continuación, voy a describir desde mi humilde experiencia, lo que es tener la jodida mala suerte de sufrir bullying.
Tener unos seis años y ver como el 80% de tu clase se ríe de ti, por algo que no entiendes, ni ves normal, es algo que perturba la mente de un niño, pero aún te sientes bien, porque no le das mucha importancia, tienes amigos y eres feliz, inconsciente de lo que pasa a tu alrededor, hasta que un día, estás corriendo en una clase de gimnasia y llega un niño por detrás y te empuja, por simple gusto, que te destroza el codo y los profesores no hacen nada al respecto, ni te curan; ¿por qué no se le da la importancia que se necesita?, ¿o es que se le tiene tanto miedo al bullying que no se quiere reconocer?
En mi vida pasan los años y siempre tengo esos tipos de desprecios, vejaciones, insultos: “Gorda, asquerosa, muérete, ni tu madre te quiere, vas a estar siempre sola por gorda”...Hasta el punto que te hacen sentir que estar gordo es malo, que por tu condición absolutamente nadie va a quererte, ni tu propia madre...
Pero cuando creces y vas al instituto, eso es una tortura, o al menos, yo tuve una tortura...Sentir tal miedo que te tiemblan las piernas por los pasillos del instituto, no querer ir sola por zonas oscuras, rezar que no tengas que jugar por equipos en gimnasia, simplemente despertar una mañana queriendo pasar desapercibida...Pero no es así, eres el puto juguete de diversión de personas despreciables, que te hunden la vida; me llegaron a tirar piedras en el recreo, bocadillos abiertos, zumos o batidos empezados, todo ello acompañado de los peores insultos que puedas imaginar; hasta que llega un día, en el que estás en la fila del recreo y llega un chico más grande que tú por detrás y se sube a tu espalda a caballito, humillándote delante de todo el instituto, haciéndote caer al suelo de rodillas, pero aun así, él sigue ahí, riéndose de ti, y ves a todo el mundo riéndose de ti y tú, ahí, indefensa sin saber qué hacer, cansada de luchar, pues ya para ti, la vida no vale absolutamente NADA...
Pero llega un golpe mayor, la muerte de tu padre, que se junta con el bullying que estás pasando; no puedes más, tu vida se ha acabado para ti, no le ves sentido a seguir luchando, no eres feliz, no ves tu llama por ningún lado y piensas que ya no merece la pena vivir...Llegué a encontrarme delante del cajón de los cubiertos, en la cocina, con un cuchillo en la mano izquierda y las venas de la muñeca derecha hacia arriba, dispuesta a acabar con mi vida; pero entonces una pequeña chispa en tu corazón se enciende: Vas a dejar sola a tu madre con tus dos hermanos, ella te necesita, no le hagas esto, piensa en tus hermanos...Y entonces agarro las últimas fuerzas que me quedan, para decir: BASTA y luchar por la vida que mereces, tu vida.
El bullying es una puta mierda, pero recuerda que tú no tienes la culpa de nada de lo que te hacen, tú eres increíble, único y maravilloso; lucha por lo que de verdad quieres, pide ayuda, vuélcate en tu familia, en tu madre, en las personas que más quieres y sobre todo lucha, lucha por la vida que mereces, nadie tiene el derecho a arrebatártela, NADIE.
Mereces ser feliz, pues esta vida es más bonita por tener en ella a personas buenas, guerreras y fuertes, con corazón noble.
No te voy a decir que salir de esto es fácil, porque no lo es, a mí me ha costado muchos años de sufrimiento, de psicólogos y de luchas internas; pero a día de hoy aún hay veces que me cuesta salir a la calle vestida como deseo por el miedo al qué dirán o que se rían de mí, pero se puede, créeme que se puede, y cuando vivas como quieres, ¡eres jodidamente feliz!
A todo aquel que esté pasando por algo similar, ánimo, compañero, que tú puedes, no estás solo y si necesitas algo, aquí tienes mi contacto; al que lo haya pasado, le animo a que comparta con nosotros cómo ha sido su lucha y hasta dónde ha llegado viviendo la vida que quiere vivir.
¡FUERZA MIS GUERREROS!
A continuación, voy a describir desde mi humilde experiencia, lo que es tener la jodida mala suerte de sufrir bullying.
Tener unos seis años y ver como el 80% de tu clase se ríe de ti, por algo que no entiendes, ni ves normal, es algo que perturba la mente de un niño, pero aún te sientes bien, porque no le das mucha importancia, tienes amigos y eres feliz, inconsciente de lo que pasa a tu alrededor, hasta que un día, estás corriendo en una clase de gimnasia y llega un niño por detrás y te empuja, por simple gusto, que te destroza el codo y los profesores no hacen nada al respecto, ni te curan; ¿por qué no se le da la importancia que se necesita?, ¿o es que se le tiene tanto miedo al bullying que no se quiere reconocer?
En mi vida pasan los años y siempre tengo esos tipos de desprecios, vejaciones, insultos: “Gorda, asquerosa, muérete, ni tu madre te quiere, vas a estar siempre sola por gorda”...Hasta el punto que te hacen sentir que estar gordo es malo, que por tu condición absolutamente nadie va a quererte, ni tu propia madre...
Pero cuando creces y vas al instituto, eso es una tortura, o al menos, yo tuve una tortura...Sentir tal miedo que te tiemblan las piernas por los pasillos del instituto, no querer ir sola por zonas oscuras, rezar que no tengas que jugar por equipos en gimnasia, simplemente despertar una mañana queriendo pasar desapercibida...Pero no es así, eres el puto juguete de diversión de personas despreciables, que te hunden la vida; me llegaron a tirar piedras en el recreo, bocadillos abiertos, zumos o batidos empezados, todo ello acompañado de los peores insultos que puedas imaginar; hasta que llega un día, en el que estás en la fila del recreo y llega un chico más grande que tú por detrás y se sube a tu espalda a caballito, humillándote delante de todo el instituto, haciéndote caer al suelo de rodillas, pero aun así, él sigue ahí, riéndose de ti, y ves a todo el mundo riéndose de ti y tú, ahí, indefensa sin saber qué hacer, cansada de luchar, pues ya para ti, la vida no vale absolutamente NADA...
Pero llega un golpe mayor, la muerte de tu padre, que se junta con el bullying que estás pasando; no puedes más, tu vida se ha acabado para ti, no le ves sentido a seguir luchando, no eres feliz, no ves tu llama por ningún lado y piensas que ya no merece la pena vivir...Llegué a encontrarme delante del cajón de los cubiertos, en la cocina, con un cuchillo en la mano izquierda y las venas de la muñeca derecha hacia arriba, dispuesta a acabar con mi vida; pero entonces una pequeña chispa en tu corazón se enciende: Vas a dejar sola a tu madre con tus dos hermanos, ella te necesita, no le hagas esto, piensa en tus hermanos...Y entonces agarro las últimas fuerzas que me quedan, para decir: BASTA y luchar por la vida que mereces, tu vida.
El bullying es una puta mierda, pero recuerda que tú no tienes la culpa de nada de lo que te hacen, tú eres increíble, único y maravilloso; lucha por lo que de verdad quieres, pide ayuda, vuélcate en tu familia, en tu madre, en las personas que más quieres y sobre todo lucha, lucha por la vida que mereces, nadie tiene el derecho a arrebatártela, NADIE.
Mereces ser feliz, pues esta vida es más bonita por tener en ella a personas buenas, guerreras y fuertes, con corazón noble.
No te voy a decir que salir de esto es fácil, porque no lo es, a mí me ha costado muchos años de sufrimiento, de psicólogos y de luchas internas; pero a día de hoy aún hay veces que me cuesta salir a la calle vestida como deseo por el miedo al qué dirán o que se rían de mí, pero se puede, créeme que se puede, y cuando vivas como quieres, ¡eres jodidamente feliz!
A todo aquel que esté pasando por algo similar, ánimo, compañero, que tú puedes, no estás solo y si necesitas algo, aquí tienes mi contacto; al que lo haya pasado, le animo a que comparta con nosotros cómo ha sido su lucha y hasta dónde ha llegado viviendo la vida que quiere vivir.
¡FUERZA MIS GUERREROS!
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