ROSA EN EL DESIERTO

 

Después de descubrirme a mí misma, de saber qué es lo que a mí me hacía feliz, el que no me gustaba, lo que quería y el que no, aprendí a escucharme y valorarme como nunca antes; sin embargo aún tenía mil demonios en mi cabeza que me decían que ningún hombre me querría, me valoraría, ni me respetaría, que ese amor mágico y bueno con el que yo soñaba no existiría para mí...

De repente, a mi vida que tanto estaba cambiando físicamente, mentalmente y sentimentalmente, apareció una rosa en mitad de mi desierto, aún no entiendo cómo pasó, ni porque, la cuestión es que ahí estaba él, un hombre mayor que yo, a 142'3Km de distancia de mí, que gracias a una pandemia y mi aburrimiento me descubrió en una red social para conocer gente.


No os voy a negar que me negué a que todo saliera bien, pues claro, yo estaba aún gorda y pensaba que a nadie le gustaría...Pero, el derrumbó todos mis pensamientos, pues me hablaba muy educado, nunca me faltó el respeto, se preocupaba por mí, se interesaba sobre mi vida, quería ser mi amigo y ayudarme a superar todo el mal que me habían hecho y poder llegar a confiar en un hombre alguna vez; respetó mis espacios, mis miedos, mis inseguridades...

De repente me veo un día en el que nuestras conversaciones eran:


¿QuÉ tal te ha ido el entreno hoy, preciosa?

Si necesitas ayuda en tu oposición, cuenta conmigo.

Escríbeme cuando llegues a casa.

Sal, disfruta, desconecta, pero ten cuidado.

Sé que no te apetece salir, pero necesitas desconectar, sal, cariño.

Tú puedes lograr todo lo que quieras.

Estoy muy orgulloso de ti.

Me gusta tu cuerpo, tu barriguita, tus estrías, me gusta todo de ti, hasta tus heridas que poco a poco las sanaré.

No tengas miedo a nada ni a nadie, mereces vivir libre y feliz.


Sin darme cuenta me enamoré, me enamoré de un Extremeño Zorrero, el cual me había despertado de nuevo la ilusión de un nuevo amor, pero este amor me tenía perdida, pues yo lo quería, pero no tenía inseguridades, ni miedo, ni nada malo; simplemente era feliz, había logrado que me viera en el espejo como una chica guapa y deseada, capaz de lograr cualquier tipo de meta que yo me propusiera...

A pesar de la distancia, de los comentarios negativos de nuestro alrededor, decidimos arriesgarnos y comenzar una relación a distancia, con el objetivo de vernos en persona, no voy a negar que yo siendo una PAS no lo llevaba mal, porque fue muy difícil, pero qué bonito es sentir esas mariposas revoleteando alrededor de todo mi ser, la paralización de mi mundo cada que lo veo o me dice lo guapa que estoy, aunque esté sentada en el váter haciendo mis necesidades.


Mi relación a mí no me frena nada, al contrario, me da alas para hacer lo que me plazca, que salga, que entre, sin control, sin celos, sin insultos; todo muy sano a mi alrededor y haciéndome descubrir las cosas hermosas del amor verdadero y bueno de verdad, ese que no te frena, si no que te impulsa con mayor fuerza a lograr todo lo que quieres en la vida, el que te ayuda a superar tus inseguridades, tus miedos y tus debilidades.


Esta historia es larga de contar y seguiré dándole voz, pero, solo puedo decir de momento, que si quieres intentar algo, sea lo que sea, hazlo, no te quedes con la duda de qué hubiera pasado, porque puedes pensar que no saldrá bien, pero...¿Y si, sí?


¿Cómo me salió a mí?

Aquí una prueba...