EL DESPERTAR DE MI LLAMA

      Cansada, dolorida y muerta en vida, así me sentía un día cualquiera al venir de entrenar, pesarme y ver que no había resultados, después de más de veinte días de lucha constante... Nadie, absolutamente nadie mejor que yo puede saber lo que es intentar levantarte del sofá y no poder, del dolor tan grande que tienes de pies, por dar lo mejor de ti en cada entreno, esforzarte al máximo, para que luego, no veas recompensas... Mi médica, la que siempre me apoyó y me sigue apoyando en mi proceso, me recomendó la cirugía bariátrica, pero mi entrenadora de aquel entonces, me dijo que podría conseguirlo yo sola, y pues claro, esa sensación de pensar en poder lograr tú misma, tu gran sueño sin ayuda de una cirugía, pues era mayor que la realidad que estaba pasando a mi alrededor, que era la de estar necesitando un pequeño gran empujón y no verlo. Me negué completamente a pensar en operarme, pues yo creía que sola podría, no quería tener que andar contando que me había opera...

      Para degustar este maravilloso pastel, has de saber que no te tiene que dar remordimientos, pues es totalmente sano y riquísimo. Los ingredientes necesarios son: ● 4 huevos. ● 150 ml de leche . ● 1 cucharada de edulcorante al gusto. ● 300 gr de zanahoria rallada. ● 40 gr de nueces. ● 200 gr de harina integral. ● 50 gr de copos de avena. ● 1 cucharadita de levadura en polvo. ● Una pizca de sal. ● Una pizca de canela. ● Una pizca de nuez moscada. Preparación: Rallamos las zanahorias y picamos las nueces, para tenerlas listas. Como se tarda poco en preparar la masa, precalentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo. En un bol, batimos los huevos con la leche, el aceite y el edulcorante. Añadimos la harina, los copos de avena y la levadura, y seguimos batiendo. Añadimos una pizca de sal y especias al gusto. Por último, añadimos las zanahorias ralladas y las nueces picadas. Probamos la masa en crudo para rectificar de dulz...

  La vida para nosotras no ha sido nada fácil, hemos sufrido demasiado, no ha sido justa la vida con nosotras por una parte...Pero, pequeña mía, has sido tan guerrera, tan luchadora, para nosotras no es tanto, pero al ver la cara y los ojos del resto del mundo cuando cuento todo lo que he logrado, lo que he hecho, hasta dónde he llegado...Puff...¡Puta guerrera! Pero ha llegado el momento de soltarte, de dejarte escapar, porque ya no soy tú, no quiero ya tener que salir a la calle con el miedo al qué dirán, observando si me miran, si susurran pensando que es por mí, no quiero ir al gimnasio con miedo o vergüenza, no quiero tener que pensar que mi novio se va a ir con otra más delgada que yo, o mejor, porque mejor que yo, no hay nadie, solo distintas, pero nadie es mejor que nadie... Antes de decirte adiós para siempre, querría darte las gracias por todo lo que me has dado, pues a pesar del miedo dejamos a un hijo de la gran p___ que te estaba matando poco a poco, que nos dejó ta...

  Después de descubrirme a mí misma, de saber qué es lo que a mí me hacía feliz, el que no me gustaba, lo que quería y el que no, aprendí a escucharme y valorarme como nunca antes; sin embargo aún tenía mil demonios en mi cabeza que me decían que ningún hombre me querría, me valoraría, ni me respetaría, que ese amor mágico y bueno con el que yo soñaba no existiría para mí... De repente, a mi vida que tanto estaba cambiando físicamente, mentalmente y sentimentalmente, apareció una rosa en mitad de mi desierto, aún no entiendo cómo pasó, ni porque, la cuestión es que ahí estaba él, un hombre mayor que yo, a 142'3Km de distancia de mí, que gracias a una pandemia y mi aburrimiento me descubrió en una red social para conocer gente. No os voy a negar que me negué a que todo saliera bien, pues claro, yo estaba aún gorda y pensaba que a nadie le gustaría...Pero, el derrumbó todos mis pensamientos, pues me hablaba muy educado, nunca me faltó el respeto, se preocupaba por mí, se interesab...

  No sé en que momento empezó a ocurrir, solo sé que al lado de esa persona sentía miedo, pero más miedo me daba el regresar a casa con 17 años y mayormente amoratada por mi cuerpo. Empecé mi relación con 16 años, habiendo pasado todo un tormento anteriormente, sin saber todo lo que me vendría a continuación. Los primeros seis meses fueron muy bonitos, pues me enamoré, fue mi primer novio y no era consciente de los actos, tales como que él estuviera trabajando, pero me tenía que gastar mi paga en pagarle a él sus cosas, recargarle el móvil, ir al cine a ver las películas que a él le gustaban, todo a su gusto... Un día sin venir a cuento, me preguntó que si pasaba algo por hacer el amor y me tenía tan cohibida, que no fui capaz de negarme, le entregué lo más preciado a alguien sin sentimientos... Llegó el día en el que me cogía del brazo tan fuerte que sentía que me lo iba a romper, tenía pánico a salir con él, la vida en mi casa era una tortura, porque mi madre era consciente de ...